HAMBURGO.- El Hamburgo de Tomás Rincón atraviesa momentos duros: 13° en la clasificación de la Bundesliga, tres derrotas en casa, una reciente goleada contra Stuttgart (0-4) que dejó los ánimos bajos, y la expulsión y ejemplar suspensión (ocho fechas) a su compañero peruano Paolo Guerrero. Tomás reflexionó en torno a esa crisis deportiva.
–¿Cómo analiza la situación actual del Hamburgo?
–Tuvimos la oportunidad de levantar el mal comienzo de temporada, pero al perder de local tres partidos, la buena campaña se echó a perder. A mí me preocupa es la falta de ambición que exhibimos: somos conformistas, nos hacen falta esos deseos de ganar, ese hambre de triunfo.
–En algunos partidos sí se ha visto esa voluntad ganadora.
–Cierto, contra Bayern o Gladbach, equipos que están arriba en la clasificación, la disposición fue otra, entonces hay más motivación y se muestran más ganas de correr. Pero contra aquellos que están a nuestro nivel, contra los cuales es importante sumar puntos dada nuestra situación, esa actitud positiva de lucha se extraña.
–Hace menos de dos semanas el Hamburgo lucía con posibilidades de luchar por un cupo en una competencia internacional.
–Y con las derrotas frente a Bremen y Stuttgart se perdió la oportunidad de aspirar a un cupo a la Liga de Europa, que de verdad estuvo transitoriamente a nuestro alcance. Ahora, para llegar ahí tenemos que ganar cuatro o cinco partidos seguidos, eso es difícil, especialmente tras perder contra Stuttgart, que fue duro por como sucedió.
–¿Cómo se enfrentará el golpe de esa goleada 0-4 en casa?
–Ahora viene par de partidos definitivos contra Schalke y Friburgo. Tenemos que reducir nuestras expectativas y pensar de rival a rival, de juego a juego. Luego ya veremos qué queda al término de la temporada. ¿Liga de Europa? Sería un error concentrarnos en metas que en este momento están muy lejos.
–La posición en la tabla es preocupante: 13°.
–Y las cosas se pueden complicar más porque no estamos lejos de las posiciones de descenso, de la parte más baja de la clasificación. Debemos tener otra actitud, la prioridad debe ser siempre alcanzar los tres puntos.
–Por fuera el Hamburgo rinde más que en casa, paradójico.
–De visita hemos realizado muy buenos partidos; como ejemplo, basta citar los juegos en Colonia y Gladbach, donde obtuvimos resultados que en casa no se nos están dando, y, la verdad, no sé por qué ocurre esto.
–¿Alguna teoría?
–Quizás sea la ansiedad ante nuestro propio público lo que nos lleva a hacer tan malos partidos en casa. Nos falta paciencia y calma para cumplir con lo que el entrenador exige de nuestra parte: mantener el balón, jugar en horizontal y pasar hacia atrás, si es necesario, para poder reorganizar nuestro planteamiento. Eso, lamentablemente, no sucede.
–Y en los segundos tiempos eso es más evidente, entonces el equipo se viene abajo.
–Es casi lógico que eso pase. Cuando estamos tan ansiosos nos le tiramos encima al rival, perdiendo el orden, y así se nos complica todo. A eso se suma la presión de querer gustarle a nuestra afición en casa, el deseo de convencerla, de querer ofrecer un buen resultado.
–No debe ser fácil mantener la fe en momentos en los que las cosas no marchan.
–Y aun así hay confianza. Yo tengo fe en lo que estamos haciendo. Tenemos un buen plantel, con el que podemos estar arriba. No lo hemos conseguido esta temporada, pero vienen otras.
FUENTE: liderendeportes.com
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