Nuestro 1er rival somos nosotros mismos
Se inició el proceso eliminatorio en Sudamérica y para Venezuela no fue el mejor, en su visita a Barranquilla el resultado fue adverso al caer por la mínima 0-1. La derrota ante Colombia era previsible, siempre lo fue, la situación a analizar es la forma en la que se perdió.
Hace unas semanas el entrenador argentino de Venezuela
Fernando “Bocha” Batista fue interrogado en diversos programas deportivos
argentinos sobre que rival sudamericano había que tener más cuidado, la
respuesta en todos los casos fue la misma: “nuestro principal rival somos
nosotros mismos…”
Sorprendió un poco esa respuesta a los colegas
argentinos, no la esperaban, acá en Venezuela en algunos sectores causo
controversia y debate, algunos (los más desinformados y menos analíticos)
comenzaron a decir que Batista pensaba que los jugadores que dirige eran
incapaces o no tenían la valentía para enfrentar las eliminatorias, nada más
alejado de la realidad. Particularmente entendí inmediatamente el mensaje que
intentaba dar el argentino y estoy completamente de acuerdo con él. El rival al
que primero debemos enfrentar son nuestros propios temores e inseguridades,
cambiar ese chip mental por el “no somos menos que nadie” de Ricardo Valiño
seleccionador sub 17 (interino) y sub 20 es la principal tarea que tiene el
cuerpo técnico nacional. El temor del jugador a cometer el fallo es muy grande
y eso lo lleva a ser más propensos a cometer el fallo porque están inseguros
constantemente, inseguros de sí mismos, inseguros del compañero. Esto quedó muy
patente a los 16 segundos de iniciado el segundo tiempo en Barranquilla, un
balón en largo a la punta derecha colombiana consiguió a Luis Del Pino Mago en
un 1 vs 1 y el jugador nunca fue a disputar el balón, trabar al atacante,
disputarle la pelota, por el contrario comenzó a retroceder ante el avance del
atacante lo que le dio oportunidad a este de esperar la llegada por el centro
del punta Santos Borre que entre los 2 centrales cabeceo prácticamente solo en
el borde del área chica a bocajarro para batir a Rafael Romo. Ahí se sentenció
el juego a los 16 segundos de iniciado el segundo tiempo.
Los
errores en el fútbol suceden constantemente y por lo general el equipo que
cometa menos o aproveche mejor los del contrario es quien gana el encuentro,
son intrínsecos y habituales, la diferencia en cuanto a nuestros seleccionados
es que si esos errores terminan convirtiéndose en goles luego recuperarse
psicológicamente de eso para seguir luchando el partido es prácticamente
imposible, pasan el resto del juego con esa juagada en la mente.
Analizando
la jugada en específico que significó la derrota venezolana comenzaremos
diciendo que la falta de confianza de Mago al encarar la situación fue el
comienzo de la hecatombe. Ahí es donde las selecciones Top sudamericanas marcan
la diferencia, un lateral izquierdo argentino, uruguayo o brasilero habría ido
a trabar el avance del extremo cafetero, a muerte, pensando siempre en ganar el
duelo personal y sin tomar en cuenta que no tenía a otro compañero cerca que le
apoyara, el defensor seguro de sí mismo va y traba sin siquiera soñar con ser
superado por la habilidad que pueda tener el atacante, porque adicionalmente si
en efecto es superado por esa habilidad cuenta con el “último recurso” de
cometer la falta para cortar la jugada aunque amerite recibir una tarjeta. Es
la diferencia con los jugadores venezolanos no cuentan con la confianza ni la
seguridad para arriesgarse, para ser audaces y lo que en su momento el ex
seleccionador nacional Richard Páez llamaba ser irreverentes. El tema
psicológico es patente y muy evidente dentro del seleccionado nacional
venezolano y el cuerpo técnico lo reconoce, lo sabe y está tratando de atacarlo
hay que recordar que hace pocos días se presentó a través de las cuentas de la
Federación Venezolana de Fútbol un equipo específico para manejar el aspecto
psicológico de los seleccionados, es una tarea ardua y prolongada para lograr
revertir ese aspecto.
Mientras tanto ya estamos en el fragor de las batallas por la ansiada (y esa palabra es clave en lo que estamos hablando) clasificación al mundial de 2026 por lo que el reforzamiento de la confianza al jugador debe ser constante en cada entrenamiento, en cada concentración e incluso cuando estén en sus respectivos clubes.
Habrá
quien piense “por qué la ansiedad y la inseguridad surgen precisamente en
selección y no en sus clubes, donde la mayoría tienen presentes brillantes, yo
les voy a responder desde mi perspectiva: no es lo mismo un club que TÚ
SELECCIÓN NACIONAL cada uno de los jugadores sienten el peso de todo un país en
sus hombros, muchos también saben que este puede ser su último tren para estar
presente en una fase final de un mundial, también hay que tomar en cuenta la
enorme presión que ejercen aficionados y prensa (sobretodo aficionados) en
redes sociales y diferentes medios de comunicación, basta nombrar el caso de
Sergio Córdova quien expresó de manera concreta que la presión que sentía en
redes por sus pocos aportes ofensivos las veces que había sido seleccionado y
jugado partidos preparatorios atentaba contra su estabilidad y salud mental, el
aficionado venezolano en redes sociales es demasiado tóxico y no solo en el
ámbito deportivo, en todos los aspectos de la vida cotidiana uno entra a redes
sociales y está planteada una polémica, una diatriba. El país tiene represados
muchos problemas y frustraciones propios de la situación socio-política de
nuestra “situación país” como se ha comenzado a ser llamada y esas
frustraciones son drenadas en redes sociales sin ningún rubor, ni ponerse a
pensar que lo que digas podrá afectar a otras personas, yo a todo el que en
este momento me lee y llegó hasta este punto en la lectura le invito
cordialmente a reflexionar al respeto, reflexionarlo y mejorarlo. Cuando usted
“golpea” o ataca a otra persona por redes sociales no sabe que tanto le puede
afectar a esa persona, tampoco sabe el nivel de sanidad mental de esa persona,
tal vez solo quiere desahogar algún sentimiento que lleva dentro y al ser
atacado empeora esa situación pudiendo llevarlo a niveles peligrosos de stress
y depresión, y cuando me refiero a PELIGROSO no exagero, un ataque desmedido y
cruel por redes puede conducir a esa persona a hacer cosas muy malas, a tomar
decisiones indebidas. Quienes tenemos familiares, seres queridos que están
pasando por esas situaciones si entendemos lo difícil que puede ser llegar a
ese punto. Hagamos de redes sociales lo que en un principio se pensó cuando
fueron creadas, un lugar para compartir con otras personas, socializar con
gente que en otras circunstancias sería casi imposible hacerlo.
El
proceso clasificatorio está apenas comenzando, hay un camino largo y difícil
que recorrer, los jugadores deben entender que el fallo y los errores son
probables, algunos traerán goles en contra, el trabajo consiste en no decaer,
en no bajar los brazos ni darse por vencido, se puede seguir luchando, peleando
para lograr el objetivo, el futbol es un deporte en el cual puedes obtener
revancha inmediata, pasar de villano a héroe en instantes y en eso es en lo que
deben enfocarse. Se viene Paraguay en casa con la premisa de que vencer es la
única opción válida para mantener sano un proceso de trabajo que hasta ahora a
mi parecer ha sido correcto.
Mantenemos
intactas nuestras esperanzas y confiamos en que el trabajo serio que se realiza
desde el cuerpo técnico como desde el ente federativo va a dar frutos pronto.
Si los jugadores logran derrotar a esos demonios y fantasmas internos con
convicción, podremos enfrentarnos de tú a tú a cualquiera y léaseme bien
CUALQUIERA selección sudamericana, porque jugadores talentosos tenemos, un
cuerpo técnico preparado y comprometido también , una federación que ha apoyado
desde todas las instancias posible se tiene ahora sí, una afición apasionada
que esta ansiosa (otra vez la palabrita) de triunfos y de gloria la tenemos,
nos falta que los jugadores comiencen a creer que SI ES POSIBLE, PORQUE NO
SOMOS MENOS QUE NADIE.
Leonardo “Cowboy” Zambrano
C.E.O
y editor jefe en Ventana Deportiva Venezuela
@leonardocowboy
@VentanaDeporti