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martes, 19 de julio de 2022

VIDEO - Yulimar Rojas...Lo hizo de nuevo: Tricampeona mundial outdoor


Video cortesia de: Lo + Sonado en YouTube

 

Yulimar Rojas obtiene un tricampeonato mundial inédito

 



Yulimar selló un nuevo triplete en Oregón

La venezolana es la primera mujer en la historia en conseguir tres títulos mundiales al aire libre

La venezolana ha escrito una nueva página en la historia del atletismo, este lunes 18 de julio de 2022, al conseguir su tercer título mundial en Salto Tiple al aire libre.

Nadie más había conseguido algo similar. Con dos títulos mundiales, Yulimar tenía un empate técnico con la rusa Tatiana Lebedeva, la cubana Yargelis Savigne y la colombiana Catherine Ibargüen. Eso es cosa del pasado.

La campeona olímpica de Tokio 2020 es la reina absoluta del Salto Triple.

Sobreponiéndose a la inactividad

Luego de varias semanas de ausencia, por lesión, Yulimar reapareció en el Mundial de Oregón para seguir enalteciendo el tricolor venezolano.

Y, aunque no se vio del todo cómoda, no tuvo competencia alguna.

Abrió con un modesto salto de 14.60 metros. Pero en su segundo intentó hizo vibrar EEUU con un registro de 15.47 m que le aseguró el oro.

Ansiosa por romper el récord de los mundiales al aire libre (el 15.50 m de Inessa Kravets), Yulimar continuó saltando. Pero en su tercer intento se quedó en 15.24 m, tuvo luego un par de saltos nulos, y cerró con 15.39 m.

Sonrió con picardía tras su último intento, sabiendo que algo le quedó pendiente. Pero celebró a lo grande junto a quienes la apoyaban en Oregón.

Recorrió la pista con la bandera en hombros y beso la medalla mientras se escuchaba el Gloria al Bravo Pueblo.

Seis veces reina

Yulimar Rojas, la muchacha de una popular zona del estado Anzoátegui, es una leyenda, orgullo de Venezuela y Latinoamérica en pleno.

No se ha visto en su disciplina ninguna atleta como ella. Su hegemonía es un hecho.

El espectacular triunfo en Oregón se une a los conseguidos en Londres 2017 (14,91 m) y Doha 2019 (15,37 m). Y replica, además, lo que hecho bajo techo en:

·         Portland 2016 (14.41 m)   

·         Birmingham 2018 (14.63 m)

·         Belgrado 2022 (15.74 m)

Seis son ya los títulos mundiales que suma la primera y, hasta ahora, única campeona olímpica de Venezuela. Y su historia está lejos de terminar.

“Aún queda mucho por dar”, dijo firmemente hace algunas semanas.

París 2024 está el horizonte y, cada vez es más grande, el sueño de saltar 16 metros y firmar un doblete combinando glorias en el Salto Triple y el Salto de Longitud.

ulimar Rojas llegó a ir segunda en la final de triple salto del Mundial de Oregón. Quizás eso sea lo más reseñable de un concurso en el que confluían dos tipos de atletas: las 'humanas', que luchaban por la plata y el bronce y alcanzar los 15 metros, y la 'diosa' venezolana, que perseguía un nuevo récord del mundo y acercarse a esa barrera casi mitológica de los 16 metros.

"Yuli está bien. Está fina y rápida. Vamos a ver qué es capaz de hacer", decía un día antes entre bambalinas Iván Pedroso, el hombre que ha cincelado a fuego el interminable cuerpo (1.92) de la sudamericana, que atesora un físico portentoso y una cabeza privilegiada en la que se mezclan la ternura de una niña y la ambición de una guerrera.

Rojas arrancó el concurso con un salto de 14.60 (+0.3), una distancia más que respetable en las piernas de cualquier otra triplista del planeta pero que en su caso es una marca casi desechable. Tras salir del foso y sacudirse la arena, la venezolana pedía calma a la grada.

El asunto es que la jamaicana Shanieka Ricketts, que ya había sido segunda en Doha 2019, voló hasta los 14.89 (+1.7) en su primer intento, liderando la prueba tras la primera ronda. Una distancia que finalmente la tiñó nuevamente de plata -cerró el podio la estadounidense Tori Franklin con 14.72-.

La 'broma' duró un suspiro, el tiempo que tardó Yuli en poner las cosas en su sitio con un segundo salto de 15.47 (+1.9), el sexto más largo de siempre y el segundo de la historia de los mundiales tras el antiguo récord del mundo (15.50) de Inessa Kravets en Goteborg 1995.

Con el oro en el zurrón, empezaba una nueva final para Yulimar. La venezolana pasaba por boxes y hablaba largo y tendido con Pedroso, que le daba indicaciones para los cuatro saltos restantes.

El tercero fue también bueno (15.24) pero fue en el cuarto donde acarició su confeso objetivo, el de un nuevo récord mundial. De hecho, Yuli salió disparada del foso como un resorte celebrando un salto que parecía larguísimo.

El asunto es que pisó la tabla con claridad (12.2 centímetros) e invalidó un vuelo que rondaba los 15.75. El viento además era excesivo (+3.4), así que no hubiera valido a efectos de plusmarca.

Yulimar Rojas llegó a ir segunda en la final de triple salto del Mundial de Oregón. Quizás eso sea lo más reseñable de un concurso en el que confluían dos tipos de atletas: las 'humanas', que luchaban por la plata y el bronce y alcanzar los 15 metros, y la 'diosa' venezolana, que perseguía un nuevo récord del mundo y acercarse a esa barrera casi mitológica de los 16 metros.

"Yuli está bien. Está fina y rápida. Vamos a ver qué es capaz de hacer", decía un día antes entre bambalinas Iván Pedroso, el hombre que ha cincelado a fuego el interminable cuerpo (1.92) de la sudamericana, que atesora un físico portentoso y una cabeza privilegiada en la que se mezclan la ternura de una niña y la ambición de una guerrera.

Rojas arrancó el concurso con un salto de 14.60 (+0.3), una distancia más que respetable en las piernas de cualquier otra triplista del planeta pero que en su caso es una marca casi desechable. Tras salir del foso y sacudirse la arena, la venezolana pedía calma a la grada.

El asunto es que la jamaicana Shanieka Ricketts, que ya había sido segunda en Doha 2019, voló hasta los 14.89 (+1.7) en su primer intento, liderando la prueba tras la primera ronda. Una distancia que finalmente la tiñó nuevamente de plata -cerró el podio la estadounidense Tori Franklin con 14.72-.

Este oro es un premio a la constancia y a la voluntad, porque no he podido competir todo lo que me hubiera gustado

Yulimar Rojas

La 'broma' duró un suspiro, el tiempo que tardó Yuli en poner las cosas en su sitio con un segundo salto de 15.47 (+1.9), el sexto más largo de siempre y el segundo de la historia de los mundiales tras el antiguo récord del mundo (15.50) de Inessa Kravets en Goteborg 1995.

Con el oro en el zurrón, empezaba una nueva final para Yulimar. La venezolana pasaba por boxes y hablaba largo y tendido con Pedroso, que le daba indicaciones para los cuatro saltos restantes.

El tercero fue también bueno (15.24) pero fue en el cuarto donde acarició su confeso objetivo, el de un nuevo récord mundial. De hecho, Yuli salió disparada del foso como un resorte celebrando un salto que parecía larguísimo.

El asunto es que pisó la tabla con claridad (12.2 centímetros) e invalidó un vuelo que rondaba los 15.75. El viento además era excesivo (+3.4), así que no hubiera valido a efectos de plusmarca.

Ocho de los diez mejores saltos de siempre

Tras un segundo nulo en el quinto, voló hasta los 15.39 metros (+0.5) en el sexto y último pese a un deficiente talonamiento, cerrando así un día más en la oficina con dos de los diez saltos más largos de la historia.

"Ha sido un día bonito. No ha sido una de mis mejores competencias pero he logrado un buen registro teniendo en cuenta además que venía de una preparación corta y que tuve que sobreponerme a una lesión", aseguraba la reina del triple tras su victoria.

Quería al menos romper el récord de los campeonatos (15.50) pero Budapest está a la vuelta de la esquina y hay que enfocarse en eso

"Este oro es un premio a la constancia y a la voluntad, porque no he podido competir todo lo que me hubiera gustado.

Hacía mucho frío y mucho viento cambiante que me desconcentraba un poco y no encontré la mejor carrera, pero estoy feliz porque ya estoy en mi mejor forma física", añadía la venezolana en zona mixta.

"En los primeros saltos estaba un poco tensa porque venía de una lesión. A partir del segundo salto, cuando liberé toda esa tensión, Iván me pidió que disfrutara. Quería al menos romper el récord de los campeonatos (15.50) pero Budapest está a la vuelta de la esquina y hay que enfocarse en eso", recordó.

"Mi meta más importante son los 16 metros y sé que estoy cerca. Siento que lo tengo en mis piernas pero hay que ajustar detalles. Espero acercarme a esa barrera en mis próximas competencias", finalizó.