Culminada
las primeras 2 jornadas del clasificatorio de Conmebol de cara al Mundial 2026,
Venezuela con una derrota y una victoria se coloca momentáneamente en el 5to
puesto, recordando que las 6 primeras selecciones clasifican directo y el 7mo
irá al repechaje contra una selección aún no definida, por lo tanto: hasta
octubre Venezuela se encuentra dentro del grupo de clasificados directos. La
premisa es mantenerse en ese lote, no descolgarse de él y sumar en cada doble
fecha FIFA la mayor cantidad de puntos posibles…para eso habrá que SUFRIR,
SUFRIR MUCHO.
En
la derrota contra Colombia visitando Barranquilla, se sufrió bastante, costó
engranar el juego colectivo y la posesión de pelota colombiana (marca de fábrica)
nos puso a correr detrás de la esférica y quienes la trasladaban. El primer
tiempo el plan de contenerlos funcionó, casi no inquietaron a Romo, aunque si
se aproximaban continuamente, con orden táctico se les logró controlar. Los primeros
segundos de la parte complementaria tiraron a la basura la planificación previa
y el buen trabajo del primer tiempo, una desatención y poca convicción en la
marca de Luis Del Pino Mago permitieron a Colombia marcar un gol de camerino,
de ahí en adelante todo de hizo cuesta arriba. Colombia arreció en la posesión y
en la tenencia sabiéndose arriba y logro desdibujar a nuestra selección que
desesperada y necesitada del empate no lograba coordinar las ideas para aproximarse
a la meta cafetera. Resultado final derrota y de vuelta a casa sin ningún
premio, pero sí con la presión de que había que ganar a cualquier costo a
Paraguay para mantener el sueño vivo. Comenzábamos a sufrir de nuevo.
El
martes 12 se planteó otra batalla, el cuerpo técnico metió mano a la alineación
y dejó por fuera a Rincón, Mago, Machís y Savarino (jugadores importantes en la
selección) y cambió el dibujo táctico del 4-3-3 en Barranquilla al 4-4-2 (que
yo tanto pedía) como declaración de intenciones: había que proponer el juego y
buscar la victoria a cualquier precio, la apuesta de Miguel Navarro por el
lateral izquierdo fue arriesgada, podría ser una audacia como convertirse en un
argumento con el cual fuese atacado, el Bocha apostó y salió ganador. Un doble
pivote en mitad de cancha con Brujo Martínez y Yangel en funciones mixtas (box
to box) dejando los extremos a Soteldo por izquierda como a Sosa por derecha
(aquí de pronto está el lunar en la audaz formación táctica de Batista), arriba
dejó a un cuestionado Rondón, pero le puso compañía con el ingreso en la
titular de Josef Martínez para preocupar a la defensa central guaraní no con
uno sino con dos delanteros que referenciar.
Los
primeros minutos fueron intensos, la primera llegada fue paraguaya, pero de ahí
en adelante el equipo dominó y controló los tiempos del partido, se jugaba al
ritmo y a la velocidad que nosotros queríamos, moviendo la pelota por todos los
sectores para propiciar espacios que atacar a una férrea y eficaz línea defensiva
paraguaya (también su marca de fábrica). Si bien no se generaban esos espacios
para poder aproximarse al arco visitante, el control del partido era todo Vinotinto
y se jugaba en campo Paraguayo, y en un cabezazo de Herrera a la salida de un córner
que debía ser cobrado por Sosa y que Soteldo lo pidió para colocar un gran
centro consiguió una oportuna y afortunada respuesta del portero visitante ya
que el remate fue fuerte y a un lado del golero que tuvo que estirarse para
lograr sacar, ese fue un buen augurio para el seleccionado patrio que entendió
ahí que se podía hacer daño a los paraguayos en su mejor fortaleza: el juego aéreo,
terminó el primer tiempo con buenas sensaciones y con la moral en alto pese al
0-0 en el marcador.
Los
desdobles constantes de los laterales criollos tanto González por derecha como
Navarro por izquierda proponía el 2 contra 1 por las bandas desajustando el
andamiaje defensivo guaraní, Alexander González fue importante en este primer
tiempo porque genero fútbol por su banda, se aproximó bastante hasta la meta
rival y envió varios centros peligrosos que fueron desactivados por la defensa
central visitante, Venezuela obligó a los paraguayos a retroceder sus líneas y
compactarse para evitar ser sorprendidos por una voluntariosa Vinotinto, el
Brujo como 5 funcionó en lo defensivo pero nos sigue quedando a deber en las
salidas limpias, las regala o las divide muy seguido, pero su trabajo fue
fundamental para permitirle al “8” posicionarse unos metros más arriba, Yangel
por su parte es y debe ser ese motor que impulse al equipo pero por momentos se
perdía y desconectaba pensando más en funciones defensivas que ofensivas, sin
embargo con ese cabezazo ganó en confianza y trató de ser más participativo en
la elaboración y tal cual juega en su Girona en España comenzó a llegar al área
desde atrás para convertirse en un rematador adicional dentro del área rival
(me recuerda un poco a un tal Zé Roberto) tiene envergadura (1.88mts), tiene
calidad en el traslado y tiene la visión de juego necesaria para, si la recibe
en el área saber tomar la decisión de rematar o dársela a un compañero mejor
posicionado. Herrera va a ser fundamental en este proceso Vinotinto, que se
mantenga saludable y en buen estado físico es el pedido de casi todos los fanáticos
venezolanos, y posible respuesta al incremento en las ventas de velas y velones
(peleándosela a los apagones y racionamientos eléctricos). Luego viene la línea
ofensiva venezolana con sus bemoles, pero con mucha garra y pundonor, Soteldo
por izquierda no tuvo uno de esos partidos brillantes que nos tiene
acostumbrados a verle, pero fue correcto y cumplió siempre que pudo, incluso
nos mostró a un Soteldo que retrocedía en la defensa hasta el área propia para
tratar de recuperar los balones, fue solidario con su lateral a quien apoyó
siempre que pudo y trató de conectarse tanto con los medio centros como con los
puntas, pero fue infructuoso, entonces apeló a sus individualidades para buscar
ese desequilibrio y desbalancear la defensa rival. Por el otro lado la apuesta
por Samuel Sosa no cuajó, la calidad del jugador no se discute, pero es
demasiado zurdo para jugar por la derecha, desbordó por su carril un par de
veces, pero tenía que enganchar para perfilarse con su pierna hábil y eso
permitía a los guaraníes acomodarse en defensa, quizá el partido era más para
Edward Bello que para Sosa por ese lado, teniendo a Savarino como el revulsivo
para el segundo tiempo. La delantera que se planteó fue la que se pedía en la mayoría
de las personas: Josef y Salomón juntos arriba, Josef tratando de conectarse
más con el medio campo y Salo siendo el referente de área, pero Martínez
desapareció del juego, ocultándose entre la neblina del mecanismo defensivo
paraguayo, la tocó poco y generó nada por lo cual era candidato a cambio ya
desde el primer tiempo (no le gustó ser reemplazado). En cuanto a Salomón juega
a lo que puede en su nivel actual, peleó arriba con los centrales rivales y
trató de pivotear bajando los balones en largo que le enviaban los cuales no
fueron muchos, si el balón iba al espacio no llegaba a tiempo, pero el corazón
de este tipo no le cabe en el pecho, corrió y corrió todas las pelotas, las
peleó y luchó lo mejor que pudo, pero no tuvo una sola clara frente al arco
para poder definirla, hay que trabajar más en la generación de jugadas que
permitan que le queden balones frente al arco, que lo dejen mano a mano con el
portero y que pueda cabecear de frente, si esto se logra este señor va a meter
pelotas en las porterías contrarias, no tengan duda de eso. Conclusión del 1er
tiempo: bueno, con control y posesión (72% a 28% paraguayo), solo faltó el o
los goles, sistema defensivo funcionando correctamente y sin sobresaltos.
El
segundo tiempo fue otra cosa, Paraguay hace un cambió táctico que le funcionó Sánchez
por Ortiz para tomar posesión en el medio campo y nuestros muchachos bajaron
(otra vez) la intensidad en el partido lo que permitió a los paraguayos ganar
en manejo y tenencia de la “caprichosa”, aunque Venezuela trató de salir igual
que en el 1er tiempo, esta vez Paraguay se lo impidió con juego e ímpetu,
llegando a incomodar por momentos el hasta ahora correcto sistema defensivo
local, y aquí se da una de las claves del partido y es Córdoba por Josef
Martínez (confieso que me sorprendió absolutamente porque pensé que sería
Machís por Josef tirando a Soteldo por el medio como enganche para permitir
asociaciones entre el medio y la delantera volviendo al 4-2-3-1 pero Batista
insistió con el 4-4-2 solo que en esta oportunidad Salo haciendo el trabajo de
Martínez y Sergio haciendo a la vez de Salomón (eso no lo imaginó nadie) luego se
da la entrada de Savarino por un errático Sosa (que era la lógica) en minutos se dio lo que el Bocha buscaba:
pivoteo de Salomón con la cabeza, al espacio y llegada mano a mano de Córdoba
en el área, la pelota al exterior de la red por muy poco (lo grite como muchos
porque pensé que había entrado) la Vinotinto tuvo su primera aproximación clara
con un remete a puerta en jugada. Ahí se planteó un juego de toma y dame, ida y
vuelta de esos que tanto gustan cuando el que está jugando no es tu equipo
nacional, si bien es cierto que Paraguay tuvo 3 muy claras que desperdició
(afortunadamente) Venezuela apeló al pundonor y a las ganas de ganarlo, el
ingreso de Cásares Jr por José Andrés Martínez permitía salir mejor y más
limpio por las bandas y se logró llegar varias veces por los costados con un Córdoba
que en sus inicios fue un extremo por ese sector y trataba de centrarle a
Salomón que retomaba su puesto de 9 cuando Sergio andaba por la banda y en una
jugada así se da la vergüenza y la polémica con el arbitraje: Un balón aéreo que
le llega a Herrera y le da en el hombro a un paraguayo para luego rozar el
brazo del venezolano quien con fortaleza gana la posición desplazando
(legalmente) con el cuerpo al defensor, riflazo de derecha y adentro (lo
volvimos a gritar con locura y desahogo) entonces el VAR decidió en complicidad
con el principal anular el tanto legalmente conseguido (a Uruguay, Argentina o Brasil
no le anulan ese tanto) ya en el minuto 78 y en la recta final del compromiso,
los cambios en Paraguay no le sentaron bien y entonces la Vinotinto puso garra,
ímpetu y voluntad para tratar de ganarlo, se dan 7 minutos de tiempo agregado y
es en el 3er minuto de ese tiempo de descuento que se da un córner bien
ejecutado por Soteldo que da claramente en una mano antinatural del central
guaraní, mano clarísima y sancionable que sin embargo tardaron más de 2 minutos
en analizarla en el VAR, al final el Principal colombiano sanciona la pena máxima
y Salomón, si ese Salomón altamente cuestionado, al que tantos piden fuera de
la convocatoria la pide de inmediato con convicción y valentía (lo difícil que es
pedir ahí ese cobro, en el +95, con el juego 0-0, con todo el cuestionamiento
encima y el peso de un país entero sobre sus hombros y en ese botín derecho) con
un gran relator en televisión nacional abierta que rezaba el Padre Nuestro
mientras se preparaba el cobro, al final la pelota termina dentro para el 1-0 a
favor de los locales y es entonces que Batista aprovecha su 3ra ventana de
cambios para cerrar el partido entran Chancellor y Makoun para formar un muro
de centrales a manera de dique de contención para soportar el aluvión paraguayo
en los últimos 4 minutos que terminaron siendo 6. Pitazo final y un país a
celebrar unos 3 primeros puntos sufridos al máximo, trabajados al extremo. Tenemos
que ir acostumbrándonos a sufrir cada partido como tal vez nunca los hemos
sufrido, cada punto que obtengamos irán sazonados con sangre, sudor, lagrimas…y
una buena cantidad de Padres Nuestros.
Leonardo “Cowboy” Zambrano
C.E.O.
y fundador de Ventana Deportiva de Venezuela
Ventanadeportivavnzla.blogspot.com
@leonardocowboy
/ @VentanaDeporti
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