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miércoles, 13 de septiembre de 2023

Sufrir para ganar, clasificaremos sufriendo

 




Culminada las primeras 2 jornadas del clasificatorio de Conmebol de cara al Mundial 2026, Venezuela con una derrota y una victoria se coloca momentáneamente en el 5to puesto, recordando que las 6 primeras selecciones clasifican directo y el 7mo irá al repechaje contra una selección aún no definida, por lo tanto: hasta octubre Venezuela se encuentra dentro del grupo de clasificados directos. La premisa es mantenerse en ese lote, no descolgarse de él y sumar en cada doble fecha FIFA la mayor cantidad de puntos posibles…para eso habrá que SUFRIR, SUFRIR MUCHO.

En la derrota contra Colombia visitando Barranquilla, se sufrió bastante, costó engranar el juego colectivo y la posesión de pelota colombiana (marca de fábrica) nos puso a correr detrás de la esférica y quienes la trasladaban. El primer tiempo el plan de contenerlos funcionó, casi no inquietaron a Romo, aunque si se aproximaban continuamente, con orden táctico se les logró controlar. Los primeros segundos de la parte complementaria tiraron a la basura la planificación previa y el buen trabajo del primer tiempo, una desatención y poca convicción en la marca de Luis Del Pino Mago permitieron a Colombia marcar un gol de camerino, de ahí en adelante todo de hizo cuesta arriba. Colombia arreció en la posesión y en la tenencia sabiéndose arriba y logro desdibujar a nuestra selección que desesperada y necesitada del empate no lograba coordinar las ideas para aproximarse a la meta cafetera. Resultado final derrota y de vuelta a casa sin ningún premio, pero sí con la presión de que había que ganar a cualquier costo a Paraguay para mantener el sueño vivo. Comenzábamos a sufrir de nuevo.

El martes 12 se planteó otra batalla, el cuerpo técnico metió mano a la alineación y dejó por fuera a Rincón, Mago, Machís y Savarino (jugadores importantes en la selección) y cambió el dibujo táctico del 4-3-3 en Barranquilla al 4-4-2 (que yo tanto pedía) como declaración de intenciones: había que proponer el juego y buscar la victoria a cualquier precio, la apuesta de Miguel Navarro por el lateral izquierdo fue arriesgada, podría ser una audacia como convertirse en un argumento con el cual fuese atacado, el Bocha apostó y salió ganador. Un doble pivote en mitad de cancha con Brujo Martínez y Yangel en funciones mixtas (box to box) dejando los extremos a Soteldo por izquierda como a Sosa por derecha (aquí de pronto está el lunar en la audaz formación táctica de Batista), arriba dejó a un cuestionado Rondón, pero le puso compañía con el ingreso en la titular de Josef Martínez para preocupar a la defensa central guaraní no con uno sino con dos delanteros que referenciar.

Los primeros minutos fueron intensos, la primera llegada fue paraguaya, pero de ahí en adelante el equipo dominó y controló los tiempos del partido, se jugaba al ritmo y a la velocidad que nosotros queríamos, moviendo la pelota por todos los sectores para propiciar espacios que atacar a una férrea y eficaz línea defensiva paraguaya (también su marca de fábrica). Si bien no se generaban esos espacios para poder aproximarse al arco visitante, el control del partido era todo Vinotinto y se jugaba en campo Paraguayo, y en un cabezazo de Herrera a la salida de un córner que debía ser cobrado por Sosa y que Soteldo lo pidió para colocar un gran centro consiguió una oportuna y afortunada respuesta del portero visitante ya que el remate fue fuerte y a un lado del golero que tuvo que estirarse para lograr sacar, ese fue un buen augurio para el seleccionado patrio que entendió ahí que se podía hacer daño a los paraguayos en su mejor fortaleza: el juego aéreo, terminó el primer tiempo con buenas sensaciones y con la moral en alto pese al 0-0 en el marcador.

Los desdobles constantes de los laterales criollos tanto González por derecha como Navarro por izquierda proponía el 2 contra 1 por las bandas desajustando el andamiaje defensivo guaraní, Alexander González fue importante en este primer tiempo porque genero fútbol por su banda, se aproximó bastante hasta la meta rival y envió varios centros peligrosos que fueron desactivados por la defensa central visitante, Venezuela obligó a los paraguayos a retroceder sus líneas y compactarse para evitar ser sorprendidos por una voluntariosa Vinotinto, el Brujo como 5 funcionó en lo defensivo pero nos sigue quedando a deber en las salidas limpias, las regala o las divide muy seguido, pero su trabajo fue fundamental para permitirle al “8” posicionarse unos metros más arriba, Yangel por su parte es y debe ser ese motor que impulse al equipo pero por momentos se perdía y desconectaba pensando más en funciones defensivas que ofensivas, sin embargo con ese cabezazo ganó en confianza y trató de ser más participativo en la elaboración y tal cual juega en su Girona en España comenzó a llegar al área desde atrás para convertirse en un rematador adicional dentro del área rival (me recuerda un poco a un tal Zé Roberto) tiene envergadura (1.88mts), tiene calidad en el traslado y tiene la visión de juego necesaria para, si la recibe en el área saber tomar la decisión de rematar o dársela a un compañero mejor posicionado. Herrera va a ser fundamental en este proceso Vinotinto, que se mantenga saludable y en buen estado físico es el pedido de casi todos los fanáticos venezolanos, y posible respuesta al incremento en las ventas de velas y velones (peleándosela a los apagones y racionamientos eléctricos). Luego viene la línea ofensiva venezolana con sus bemoles, pero con mucha garra y pundonor, Soteldo por izquierda no tuvo uno de esos partidos brillantes que nos tiene acostumbrados a verle, pero fue correcto y cumplió siempre que pudo, incluso nos mostró a un Soteldo que retrocedía en la defensa hasta el área propia para tratar de recuperar los balones, fue solidario con su lateral a quien apoyó siempre que pudo y trató de conectarse tanto con los medio centros como con los puntas, pero fue infructuoso, entonces apeló a sus individualidades para buscar ese desequilibrio y desbalancear la defensa rival. Por el otro lado la apuesta por Samuel Sosa no cuajó, la calidad del jugador no se discute, pero es demasiado zurdo para jugar por la derecha, desbordó por su carril un par de veces, pero tenía que enganchar para perfilarse con su pierna hábil y eso permitía a los guaraníes acomodarse en defensa, quizá el partido era más para Edward Bello que para Sosa por ese lado, teniendo a Savarino como el revulsivo para el segundo tiempo. La delantera que se planteó fue la que se pedía en la mayoría de las personas: Josef y Salomón juntos arriba, Josef tratando de conectarse más con el medio campo y Salo siendo el referente de área, pero Martínez desapareció del juego, ocultándose entre la neblina del mecanismo defensivo paraguayo, la tocó poco y generó nada por lo cual era candidato a cambio ya desde el primer tiempo (no le gustó ser reemplazado). En cuanto a Salomón juega a lo que puede en su nivel actual, peleó arriba con los centrales rivales y trató de pivotear bajando los balones en largo que le enviaban los cuales no fueron muchos, si el balón iba al espacio no llegaba a tiempo, pero el corazón de este tipo no le cabe en el pecho, corrió y corrió todas las pelotas, las peleó y luchó lo mejor que pudo, pero no tuvo una sola clara frente al arco para poder definirla, hay que trabajar más en la generación de jugadas que permitan que le queden balones frente al arco, que lo dejen mano a mano con el portero y que pueda cabecear de frente, si esto se logra este señor va a meter pelotas en las porterías contrarias, no tengan duda de eso. Conclusión del 1er tiempo: bueno, con control y posesión (72% a 28% paraguayo), solo faltó el o los goles, sistema defensivo funcionando correctamente y sin sobresaltos.

El segundo tiempo fue otra cosa, Paraguay hace un cambió táctico que le funcionó Sánchez por Ortiz para tomar posesión en el medio campo y nuestros muchachos bajaron (otra vez) la intensidad en el partido lo que permitió a los paraguayos ganar en manejo y tenencia de la “caprichosa”, aunque Venezuela trató de salir igual que en el 1er tiempo, esta vez Paraguay se lo impidió con juego e ímpetu, llegando a incomodar por momentos el hasta ahora correcto sistema defensivo local, y aquí se da una de las claves del partido y es Córdoba por Josef Martínez (confieso que me sorprendió absolutamente porque pensé que sería Machís por Josef tirando a Soteldo por el medio como enganche para permitir asociaciones entre el medio y la delantera volviendo al 4-2-3-1 pero Batista insistió con el 4-4-2 solo que en esta oportunidad Salo haciendo el trabajo de Martínez y Sergio haciendo a la vez de Salomón (eso no lo imaginó nadie) luego se da la entrada de Savarino por un errático Sosa (que era la lógica)  en minutos se dio lo que el Bocha buscaba: pivoteo de Salomón con la cabeza, al espacio y llegada mano a mano de Córdoba en el área, la pelota al exterior de la red por muy poco (lo grite como muchos porque pensé que había entrado) la Vinotinto tuvo su primera aproximación clara con un remete a puerta en jugada. Ahí se planteó un juego de toma y dame, ida y vuelta de esos que tanto gustan cuando el que está jugando no es tu equipo nacional, si bien es cierto que Paraguay tuvo 3 muy claras que desperdició (afortunadamente) Venezuela apeló al pundonor y a las ganas de ganarlo, el ingreso de Cásares Jr por José Andrés Martínez permitía salir mejor y más limpio por las bandas y se logró llegar varias veces por los costados con un Córdoba que en sus inicios fue un extremo por ese sector y trataba de centrarle a Salomón que retomaba su puesto de 9 cuando Sergio andaba por la banda y en una jugada así se da la vergüenza y la polémica con el arbitraje: Un balón aéreo que le llega a Herrera y le da en el hombro a un paraguayo para luego rozar el brazo del venezolano quien con fortaleza gana la posición desplazando (legalmente) con el cuerpo al defensor, riflazo de derecha y adentro (lo volvimos a gritar con locura y desahogo) entonces el VAR decidió en complicidad con el principal anular el tanto legalmente conseguido (a Uruguay, Argentina o Brasil no le anulan ese tanto) ya en el minuto 78 y en la recta final del compromiso, los cambios en Paraguay no le sentaron bien y entonces la Vinotinto puso garra, ímpetu y voluntad para tratar de ganarlo, se dan 7 minutos de tiempo agregado y es en el 3er minuto de ese tiempo de descuento que se da un córner bien ejecutado por Soteldo que da claramente en una mano antinatural del central guaraní, mano clarísima y sancionable que sin embargo tardaron más de 2 minutos en analizarla en el VAR, al final el Principal colombiano sanciona la pena máxima y Salomón, si ese Salomón altamente cuestionado, al que tantos piden fuera de la convocatoria la pide de inmediato con convicción y valentía (lo difícil que es pedir ahí ese cobro, en el +95, con el juego 0-0, con todo el cuestionamiento encima y el peso de un país entero sobre sus hombros y en ese botín derecho) con un gran relator en televisión nacional abierta que rezaba el Padre Nuestro mientras se preparaba el cobro, al final la pelota termina dentro para el 1-0 a favor de los locales y es entonces que Batista aprovecha su 3ra ventana de cambios para cerrar el partido entran Chancellor y Makoun para formar un muro de centrales a manera de dique de contención para soportar el aluvión paraguayo en los últimos 4 minutos que terminaron siendo 6. Pitazo final y un país a celebrar unos 3 primeros puntos sufridos al máximo, trabajados al extremo. Tenemos que ir acostumbrándonos a sufrir cada partido como tal vez nunca los hemos sufrido, cada punto que obtengamos irán sazonados con sangre, sudor, lagrimas…y una buena cantidad de Padres Nuestros.


 



Leonardo “Cowboy” Zambrano

C.E.O. y fundador de Ventana Deportiva de Venezuela

Ventanadeportivavnzla.blogspot.com

@leonardocowboy / @VentanaDeporti


viernes, 8 de septiembre de 2023

Nuestro 1er rival somos nosotros mismos

 

Nuestro 1er rival somos nosotros mismos

 

 


Se inició el proceso eliminatorio en Sudamérica y para Venezuela no fue el mejor, en su visita a Barranquilla el resultado fue adverso al caer por la mínima 0-1. La derrota ante Colombia era previsible, siempre lo fue, la situación a analizar es la forma en la que se perdió.

Hace unas semanas el entrenador argentino de Venezuela Fernando “Bocha” Batista fue interrogado en diversos programas deportivos argentinos sobre que rival sudamericano había que tener más cuidado, la respuesta en todos los casos fue la misma: “nuestro principal rival somos nosotros mismos…”

Sorprendió un poco esa respuesta a los colegas argentinos, no la esperaban, acá en Venezuela en algunos sectores causo controversia y debate, algunos (los más desinformados y menos analíticos) comenzaron a decir que Batista pensaba que los jugadores que dirige eran incapaces o no tenían la valentía para enfrentar las eliminatorias, nada más alejado de la realidad. Particularmente entendí inmediatamente el mensaje que intentaba dar el argentino y estoy completamente de acuerdo con él. El rival al que primero debemos enfrentar son nuestros propios temores e inseguridades, cambiar ese chip mental por el “no somos menos que nadie” de Ricardo Valiño seleccionador sub 17 (interino) y sub 20 es la principal tarea que tiene el cuerpo técnico nacional. El temor del jugador a cometer el fallo es muy grande y eso lo lleva a ser más propensos a cometer el fallo porque están inseguros constantemente, inseguros de sí mismos, inseguros del compañero. Esto quedó muy patente a los 16 segundos de iniciado el segundo tiempo en Barranquilla, un balón en largo a la punta derecha colombiana consiguió a Luis Del Pino Mago en un 1 vs 1 y el jugador nunca fue a disputar el balón, trabar al atacante, disputarle la pelota, por el contrario comenzó a retroceder ante el avance del atacante lo que le dio oportunidad a este de esperar la llegada por el centro del punta Santos Borre que entre los 2 centrales cabeceo prácticamente solo en el borde del área chica a bocajarro para batir a Rafael Romo. Ahí se sentenció el juego a los 16 segundos de iniciado el segundo tiempo.

Los errores en el fútbol suceden constantemente y por lo general el equipo que cometa menos o aproveche mejor los del contrario es quien gana el encuentro, son intrínsecos y habituales, la diferencia en cuanto a nuestros seleccionados es que si esos errores terminan convirtiéndose en goles luego recuperarse psicológicamente de eso para seguir luchando el partido es prácticamente imposible, pasan el resto del juego con esa juagada en la mente.

Analizando la jugada en específico que significó la derrota venezolana comenzaremos diciendo que la falta de confianza de Mago al encarar la situación fue el comienzo de la hecatombe. Ahí es donde las selecciones Top sudamericanas marcan la diferencia, un lateral izquierdo argentino, uruguayo o brasilero habría ido a trabar el avance del extremo cafetero, a muerte, pensando siempre en ganar el duelo personal y sin tomar en cuenta que no tenía a otro compañero cerca que le apoyara, el defensor seguro de sí mismo va y traba sin siquiera soñar con ser superado por la habilidad que pueda tener el atacante, porque adicionalmente si en efecto es superado por esa habilidad cuenta con el “último recurso” de cometer la falta para cortar la jugada aunque amerite recibir una tarjeta. Es la diferencia con los jugadores venezolanos no cuentan con la confianza ni la seguridad para arriesgarse, para ser audaces y lo que en su momento el ex seleccionador nacional Richard Páez llamaba ser irreverentes. El tema psicológico es patente y muy evidente dentro del seleccionado nacional venezolano y el cuerpo técnico lo reconoce, lo sabe y está tratando de atacarlo hay que recordar que hace pocos días se presentó a través de las cuentas de la Federación Venezolana de Fútbol un equipo específico para manejar el aspecto psicológico de los seleccionados, es una tarea ardua y prolongada para lograr revertir ese aspecto.


Mientras tanto ya estamos en el fragor de las batallas por la ansiada (y esa palabra es clave en lo que estamos hablando) clasificación al mundial de 2026 por lo que el reforzamiento de la confianza al jugador debe ser constante en cada entrenamiento, en cada concentración e incluso cuando estén en sus respectivos clubes.

Habrá quien piense “por qué la ansiedad y la inseguridad surgen precisamente en selección y no en sus clubes, donde la mayoría tienen presentes brillantes, yo les voy a responder desde mi perspectiva: no es lo mismo un club que TÚ SELECCIÓN NACIONAL cada uno de los jugadores sienten el peso de todo un país en sus hombros, muchos también saben que este puede ser su último tren para estar presente en una fase final de un mundial, también hay que tomar en cuenta la enorme presión que ejercen aficionados y prensa (sobretodo aficionados) en redes sociales y diferentes medios de comunicación, basta nombrar el caso de Sergio Córdova quien expresó de manera concreta que la presión que sentía en redes por sus pocos aportes ofensivos las veces que había sido seleccionado y jugado partidos preparatorios atentaba contra su estabilidad y salud mental, el aficionado venezolano en redes sociales es demasiado tóxico y no solo en el ámbito deportivo, en todos los aspectos de la vida cotidiana uno entra a redes sociales y está planteada una polémica, una diatriba. El país tiene represados muchos problemas y frustraciones propios de la situación socio-política de nuestra “situación país” como se ha comenzado a ser llamada y esas frustraciones son drenadas en redes sociales sin ningún rubor, ni ponerse a pensar que lo que digas podrá afectar a otras personas, yo a todo el que en este momento me lee y llegó hasta este punto en la lectura le invito cordialmente a reflexionar al respeto, reflexionarlo y mejorarlo. Cuando usted “golpea” o ataca a otra persona por redes sociales no sabe que tanto le puede afectar a esa persona, tampoco sabe el nivel de sanidad mental de esa persona, tal vez solo quiere desahogar algún sentimiento que lleva dentro y al ser atacado empeora esa situación pudiendo llevarlo a niveles peligrosos de stress y depresión, y cuando me refiero a PELIGROSO no exagero, un ataque desmedido y cruel por redes puede conducir a esa persona a hacer cosas muy malas, a tomar decisiones indebidas. Quienes tenemos familiares, seres queridos que están pasando por esas situaciones si entendemos lo difícil que puede ser llegar a ese punto. Hagamos de redes sociales lo que en un principio se pensó cuando fueron creadas, un lugar para compartir con otras personas, socializar con gente que en otras circunstancias sería casi imposible hacerlo.

El proceso clasificatorio está apenas comenzando, hay un camino largo y difícil que recorrer, los jugadores deben entender que el fallo y los errores son probables, algunos traerán goles en contra, el trabajo consiste en no decaer, en no bajar los brazos ni darse por vencido, se puede seguir luchando, peleando para lograr el objetivo, el futbol es un deporte en el cual puedes obtener revancha inmediata, pasar de villano a héroe en instantes y en eso es en lo que deben enfocarse. Se viene Paraguay en casa con la premisa de que vencer es la única opción válida para mantener sano un proceso de trabajo que hasta ahora a mi parecer ha sido correcto.

Mantenemos intactas nuestras esperanzas y confiamos en que el trabajo serio que se realiza desde el cuerpo técnico como desde el ente federativo va a dar frutos pronto. Si los jugadores logran derrotar a esos demonios y fantasmas internos con convicción, podremos enfrentarnos de tú a tú a cualquiera y léaseme bien CUALQUIERA selección sudamericana, porque jugadores talentosos tenemos, un cuerpo técnico preparado y comprometido también , una federación que ha apoyado desde todas las instancias posible se tiene ahora sí, una afición apasionada que esta ansiosa (otra vez la palabrita) de triunfos y de gloria la tenemos, nos falta que los jugadores comiencen a creer que SI ES POSIBLE, PORQUE NO SOMOS MENOS QUE NADIE.

 

Leonardo “Cowboy” Zambrano

C.E.O y editor jefe en Ventana Deportiva Venezuela

@leonardocowboy

@VentanaDeporti