CUANDO LA CRÍTICA OPACA EL FUTURO
EDITORIAL
En Los últimos años se ha estado presentando un fenómeno desagradable
en el entorno deportivo venezolano y es mi responsabilidad exponerlo,
analizarlo y aportar alguna solución al respecto.
Hemos visto que cuando algún deportista obtiene un logro
destacado, una gran mayoría de compatriotas por las Redes Sociales se alegra y
se hace eco de dicho logro…hasta aquí todo perfecto, pero también hemos visto
con tristeza que cuando un deportista con todo su esfuerzo, sus sacrificios
(que son muchos) falla, entonces por esas mismas redes sociales lo destruyen,
lo denigran y hasta los insultan por el simple hecho de haber fallado en su
intento.
Me parece preocupante porque a fin de cuentas se trata de
seres humanos en toda la extensión de la palabra, personas a las que les duele
los insultos, el rechazo y la crítica destructiva sin razón como a cualquier
otra. La última de estas situaciones se le presenta a la Selección absoluta
femenina que participa en la Copa América 2022 en Armenia, Colombia. Acaban de
perder 0 – 1 frente a su similar de Argentina quedándose fuera de la clasificación
a las semifinales…inmediatamente de finalizado el compromiso, por las redes
despotricaron del equipo, de algunas jugadoras y del cuerpo técnico que las dirige
comandado por Paola Conti. Fue lamentable y hasta triste leer y observar como
las apaleaban por las redes, hasta el punto que la Directora Técnica tuvo que postear un vídeo donde solicita que no ataquen a sus jugadores haciéndose responsable ella de la derrota y solicitando que los ataques sean dirigidos exclusivamente a ella (normal en cualquier Director Técnico del mundo).
Caben algunas preguntas iniciales para desarrollar este
análisis: ¿Por qué el fanático venezolano se comporta de esta manera? Es comprensible que los fanáticos tengan altas
expectativas con respecto a sus deportistas y que sus ilusiones de trascender
en el plano deportivo (donde por cierto los logros son contados y muy
puntuales) sean altas. Lo que para mí es inexplicable es por qué una vez el
atleta, deportista o equipo no obtiene la conquista, la frustración (que puede
ser lógica y entendible) llega al nivel de toxicidad que sobrepasa todos los límites
de cordura. Otra pregunta interesante es ¿El fanático venezolano es toxico con
sus atletas y deportistas buscando qué? La crítica y hasta la autocrítica son
viables siempre, buscando mejorar, corregir errores puntuales a nivel
individual y colectivo. Como comunicador siempre he hecho uso de esta
herramienta, pero siempre con el ánimo de mejorar, de colocar un grano de arena
en la búsqueda de la excelencia que nos permita crecer y hacernos mejores de lo
que éramos hasta entonces, nunca con el afán de destruir a un atleta. No veo
esa actitud en los fanáticos, por el contrario les veo los ánimos de “hacer
leña del árbol caído” sin ponerse a pensar que lejos de ayudar a mejorar a
nuestros atletas y deportistas les podemos hacer un daño irremediable…Un caso especifico
es el del jugador de fútbol venezolano Córdova quien en su etapa en Alemania de
varios años marcó muy poquitos goles a pesar de ser delantero centro, fue
llamado a la selección nacional absoluta varias veces y allí tampoco pudo
marcar goles e inmediatamente empezaron los ataques por las redes al jugador,
el resultado fue que el mismo tuvo que cerrar sus redes sociales para evitar
seguir viendo esos ataques desproporcionados y terminó renunciando a la selección
aduciendo que en pro de su salud mental era para él preferible alejarse de la
selección. Inaudito.
Yo le propongo a la fanaticada y a los seguidores que mediten
siempre antes de escribir un Twit, de montar un vídeo por Instagram o Tik Tok,
incluso a esos “influencer” de YouTube piensen que buscan con esa publicación,
que la crítica siempre debe ser constructiva y no destructiva porque los
deportistas amén de ser figuras públicas son tan humanos como ellos y que sus
conceptos pueden afectarlos mentalmente…Siempre será mejor dar ánimos, darle un
espaldarazo que bajarle la moral (ya de por sí baja por la derrota).
En este momento nosotros estamos en la presencia de la que
podría ser la mejor atleta venezolana de la historia: Yulimar Rojas,
multicampeona mundial, oro olímpico, plusmarquista. Todo el país se hace eco de
sus triunfo y se muestra orgullosa de ella (como corresponde) pero tengo
un temor que me aterra en lo más
profundo ¿Qué pasaría el día que Yulimar con todo el favoritismo que su
condición de N° 1 del mundo en su especialidad falle en una prueba? ¿La destruirán
por las redes sociales y demás instancias? ¿Arremeterán contra una atleta que
se ha esforzado desde niña para llegar a donde ha llegado y en lograr todo lo
que ha logrado? Espero que no sea así y este escrito tiene la finalidad de hacer
reflexionar a ustedes fanáticos y entusiastas lectores que me leen, les agradecería
mucho (en pro de llegar a la mayor cantidad posible de personas) difundan y retransmitan
estas breves líneas.
ESTAMOS EN LA OBLIGACIÓN DE APOYAR A NUESTROS ATLETAS,
DEPORTISTAS, CLUBES Y SELECCIONES NACIONALES HASTA EL FINAL, EN LAS BUENAS, EN
LAS NO TAN BUENAS PERO SOBRE TODO EN LAS MALAS….Ahí es donde vamos a mejorar
como fanáticos y seguidores y es de esa manera que ayudaremos a estos a superar
de manera rápida las derrotas y fallos (que en toda actividad deportiva son una
posibilidad factible)…Recapacitemos.
Leonardo J. Zambrano “Cowboy” @leonardocowboy, @VentanaDeporti